



Aunque no llegaron a ubicarse en posiciones de punta, dos de los pilotos ecuatorianos destacaron en el Campeonato Latinoamericano Vitalísimo X de Supercross 2007, que se realizó el sábado 28 de abril en la pista del estadio ubicado al lado del Centro Comercial Vía Lindora en Santa Ana, en Costa Rica. Felipe Espinosa, en la categoría MX 1, y Jetro Salazar, en MX 2, fueron los mejor ubicados de los pilotos tricolores con un sexto y un séptimo lugares en sus respectivas clasificaciones.
El certamen, que fue avalado por la Unión Latinoamericana de Motociclismo (ULM), reunió a casi medio centenar de especialistas de Costa Rica, Guatemala, México, Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Honduras y Panamá… Y consagró a los locales Alex Víquez (MX1) y Roberto “Muflitas” Castro (MX2) como campeones latinoamericanos ya que esa fue la única fecha validada por el ente continental.
El dominio “tico” se extendió de tal manera que en la clase MX1 sus pilotos completaron el podio con Johan Mora y David Chacón, en el segundo y tercer lugares… Y en MX2 Gerald González alcanzó el segundo casillero, por delante del guatemalteco Moi Gándara, único piloto foráneo que alcanzó un puesto en el podio.
Los resultados de los ecuatorianos se completaron con el décimo quinto casillero del azuayo Freddy Carguacundo en MX1 y con el décimo séptimo del también cuencano Andrés Benenaula en MX 2. El capitalino Pablo Vivanco, que igualmente integró la delegación nacional, lamentablemente no pudo terminar su participación en el Latinoamericano de Supercross debido a que se dislocó el hombro al sufrir una caída durante una de las series clasificatorias del viernes 27, previas al “main event”.
“Nuestros pilotos enfrentaron un reto muy grande. El Latino se corrió en una pista extremadamente complicada, diseñada al estilo americano, y de muy alto nivel técnico”, señaló Jorge Salazar, presidente encargado de la Federación Ecuatoriana de Motociclismo y delegado nacional en el evento.
Con una extensión de 550 metros y un ancho de seis, el circuito costarricense presentó más dificultades de las esperadas para los ecuatorianos, quienes no están acostumbrados a correr esta modalidad… 14 olas grandes con una distancia de 5 metros entre cresta y cresta, un triple de 19 metros de largo, una mesa de 22 metros de largo, tres “tables” de 6 metros, una doble mesa en donde estaba ubicada la meta y 17 woops fueron los obstáculos que, a más de sus rivales, tuvieron que enfrentar.
La inexperiencia de los ecuatorianos en esta modalidad se notó. Más aún cuando enfrentaron el reto en motos alquiladas en Costa Rica y, sobre todo, cuando apenas tuvieron 35 minutos, divididos en 20 y 15 que duraron las dos únicas prácticas que pudieron hacer, para conocer la pista.
Si bien el sexto lugar de Espinosa en MX1 fue el mejor resultado de los pilotos nacionales, el capitalino pudo haber llegado más adelante si hubiera contado con más tiempo de entrenamiento que le permitiera “templar los nervios” de enfrentar por primera vez una carrera de este tipo.
Salazar, por su parte, se dejó llevar por el ímpetu y luego de partir en tercera posición en la carrera final de MX2 sufrió una caída que le relegó al undécimo casillero. El campeón continental de los 85 cc remontó posiciones pero al pelear con el venezolano Humberto “Machito” Martín fue víctima de un agresivo “block pass” de su rival y se cayó de la moto… perdiendo tiempo y posiciones, hasta culminar la carrera en la séptima casilla general.
Y la suerte no estuvo de lado de los otros pilotos ecuatorianos. En los primeros tramos del “main event” de la serie MX2, Pablo Vivanco sufrió una caída y fue justamente Andrés Benenaula quien no pudo salvar ese obstáculo y se fue sobre él provocándole el retiro y una lesión que le puede dejar fuera de las competencias por unas tres semanas. Más adelante, el cuencano sufrió una fuerte caída cuando un rival se le fue encima en un salto doble y al rodar por el piso su máquina sufrió la rotura de uno de sus estribos, sentenciando su suerte en la carrera.
“No puedo decir que el balance de nuestra actuación sea positivo”, reconoció Jorge Salazar a su regreso a Quito. “Tenemos que hacer supercross en el país si queremos darles la oportunidad de ser más competitivos a nuestros pilotos. Además, como directivos, tenemos que darles las herramientas para que los muchachos puedan correr en igualdad de condiciones que sus rivales”. Esto lo dijo al referir que los costarricenses corrieron en motos preparadas al extremo para esta modalidad.
“Tenemos el talento, pero nos faltan los recursos”, fue su sentencia final.