lunes, 1 de octubre de 2007

COPA REPSOL KART MINI: un motivo más para ir a la Mitad del Mundo

No solo los intensos duelos atraen a los aficionados que asisten a las carreras de la Copa Repsol Kart Mini. En la Mitad del Mundo hay mucho más que ver que a unos "locos" pilotos "sacándose el aire" por subir al podio. La belleza de las modelos de los auspiciantes es un motivo más para no perderse la siguiente carrera.




Pontiac Solstice GXP… un roadster puro


Por Roberto Garcés Nieto / Editor RGN motor press

Pontiac afirma que este auto es una perfecta combinación de potencia y belleza, gracias a su motor turbo de 2 litros, y a su deslumbrante y curvilínea carrocería.

A los amantes de la conducción deportiva Pontiac nos hizo un regalo… el Solstice GXP 2007. Este pequeño y repotenciado “monstruo” de las carreteras es un verdadero roadster americano, de los que convierten su experiencia de manejo en una serie de emociones estimulantes, motivadas por la adrenalina que genera el solo hecho de pisar su acelerador.Presentado en el Salón de Detroit de este año, el Pontiac Solstice GXP nos llamó la atención desde el inicio gracias a sus juveniles y deportivas líneas. Coqueto, seductor, agresivo… así se lo veía en el stand de la marca, donde destacaba nítidamente sobre sus hermanos mayores, el G5 GT, el G6 Convertible, el G6 Coupe y el Grand Prix GT. A decir de John Larson, gerente general de Buick-Pontiac-GMC, este modelo “es la última expresión de rendimiento de Pontiac. Además de sus estimulantes reacciones y de la emoción que produce la conducción dominante, el Solstice presenta un paquete espacioso y completo para recuperar la diversión de manejar todos los días”.Y es verdad. Poco después de verlo en el Cobo Center de Detroit, pudimos comprobar personalmente que el ejecutivo de la marca americana no exagera al hablar de este auto. Gracias a una invitación de General Motors, RGN motor press asistió al autódromo de Homestead, en las afueras de Miami, para probar la pequeña joya de Pontiac.



El autódromo de Homestead, en las afueras de Miami, fue el escenario perfecto para disfrutar de la conducción deportiva del Solstice... un pequeño "monstruo" que satisfizo todas nuestras necesidades el momento de apretar el acelerador a fondo.

El escenario no podía ser más idóneo. Una pista de carreras para manejar un deportivo sofisticado. Solo al verlo estacionado en la zona de pits, las emociones estimulantes empezaron a fluir y lo primero que sentimos al ingresar en su habitáculo fue una enorme sensación de comodidad y, sobre todo, seguridad. Algo absolutamente indispensable para que el conductor se anime a “exprimir” las bondades de su motor turbo.El diseño interior del Solstice GXP cuenta con una construcción del cockpit alrededor del conductor, instrumentos claros de fácil lectura y una posición de manejo baja… al más puro estilo de un auto de carreras. Y por fuera su diseño es estilizado y con un bajo centro de gravedad que, cuando lo pusimos en la pista, nos permitió “jugar” a las carreras con una confianza total.Este es “el convertible de la Nueva Era Pontiac”, así lo cataloga la misma empresa. Y no se cansa de destacar que está construido en la renovada plataforma KAPPA con llantas en las esquinas, chasis tubular y tracción trasera. Además, en sus catálogos resaltan que el estampado hidroformado, la apertura opuesta de cofre y cajuela y el gran equipamiento, hacen de este auto, el ícono de la marca.Sus deportivos asientos anatómicos, tipo auto de carrera, con cojines bien mullidos y envolventes, incitan a conducirlo… mejor dicho, a correrlo. Y fue exactamente eso lo que hicimos cuando lo pusimos en la pista. Su extraordinario rendimiento se debe, entre otras cosas, a la distribución del peso de aproximadamente 50/50, adelante y atrás, que contribuye a brindar una sensación de manejo muy balanceado.Y todo esto empujados por los 260 caballos de potencia y 352 NM de par que salen de su motor Ecotec 2.0L DI Turbo (es más potente de General Motors de este tipo). Una increíble aceleración (5,5 segundos para impulsar el auto de 0 a 100km/h) y reacción al salir de las curvas, así como una velocidad punta casi de infarto fueron lo más destacable en nuestra prueba… claro que al percatarnos, tras unos cuantos giros a la pista, de que el 125 que marcada su velocímetro en la recta secundaria del óvalo de Homestead no eran kilómetros sino millas por hora, una fuerte descarga de adrenalina nos hizo reaccionar y soltar un poco el acelerador.



Pocas sensaciones se comparan con el gusto de manejar este deportivo americano. Una tras otra, las vueltas a la pista hacen que el conductor se enamore de las reacciones de este auto.

Impresionante. La facilidad con la que el Solstice GXP llega a los límites máximos de su velocidad es digna de destacar. Y lo hace cómodamente, ayudado también por su caja de cambios manual de cinco marchas (también tiene la opción de una automática de igual números de cambios) que acompaña a la perfección el empuje de su motor.¿Y en las curvas…? Su comportamiento no deja de alucinar al conductor. El circuito interior al óvalo de Homestead tiene una zona trabada que exige al máximo a auto y piloto. Y por lo menos el Solstice GXP pasó la prueba con sobresaliente. La sensación de agarre y control es similar, si vale la comparación, a la que se tiene al conducir un go kart de carreras. Muy fácil de dominar y, cuando es necesario, de corregir en trazadas de gran dificultad.La incorporación del sistema de control electrónico de estabilidad StabiliTrak, que es estándar en el GXP y ayuda al conductor a mantener el dominio durante maniobras repentinas o en condiciones de poca tracción, ayuda mucho a conducirlo. Y, por supuesto, a disfrutarlo… pero este es un auto para correr.¿Cómo funciona esto? En realidad no es complicado. Tiene una completa serie de sensores que miden la aceleración, la desaceleración, el ángulo del volante y la velocidad de derrape, en caso de que se produzca. Con base en estos datos, el StabiliTrak controla automáticamente el vehículo y ayuda a mantener el rumbo marcado por el conductor, cuando se detecta una desviación notable del trayecto previsto. El sistema mantiene el control mediante la regulación de la aceleración del vehículo o la aplicación de los frenos en cualquiera de los ruedas.

La estampa enamora a primera vista... el Solstice GXP es el "juguete" de carreras que todos soñamos con tener en nuestro garage. El "sueño americano" metido en un coupé descapotable que acelera de 0 a 100 km/h en apenas 5,5 segundos.

Y si se trata de ayudas para alcanzar una conducción deportiva, el Solstice GXP utiliza suspensión independiente que brinda una sensación de manejo precisa y de buen agarre, y que se apoya también en sus amortiguadores monotubo en las cuatro ruedas, con muelle de suspensión Bilstein.El Pontiac Solstice GXP es tan fácil de manejar que, al terminar nuestra jornada de pruebas en Homestead, donde compartimos pista y vehículos con periodistas de América Latina, África y Oceanía, nos quedamos con ganas de seguir conduciéndolo. Y no es que las casi seis horas que pasamos en el autódromo no hayan sido suficientes… es que la perfecta combinación de potencia y belleza de este roaster enamoran a cualquier que tenga la suerte de sentarse frente a su volante.


El cómodo interior se asemeja al de un auto de carreras. El atractivo tablero, con estilo retro, pone todos los comandos en una posición muy cómoda para el conductor.

Ficha técnica

Motor: Ecotec 2.0L DI TurboTipo y/o 2.0L DOHC I-4

Cilindrada: 122 pul3 / 1998 cc

Diámetro y carrera (pulg. / cc): 3.39 x 3.39 / 86 x 86

Material del bloque: aluminio fundido

Material de la cabeza de cilindros aluminio fundido

Tren de válvulas: árboles de levas superiores, 4 válvulas por cilindro, sincronización de válvulas regulables

Sistema de arranque: Individual coil-on-plug

Sistema de combustible: Inyección directa (SIDI) con inyectores variables de alta presión y control electrónico del regulador

Relación de compresión: 9.2:1

Caballos de potencia (hp / kw @ rpm): 260 / 194 @ 5300

*Par de torsión (lb-pie / Nm @ rpm): 260 / 353 @ 2500-5200

*Combustible: se recomienda especial pero no es necesario

Velocidad máxima del motor: 6.200 rpm

Control de emisiones: convertidores catalíticos instalados cerca del tubo de escape, sistema de arranque Quick Sync 58x, circuito de combustible sin retorno, sensor de O² de respuesta rápida

Rendimiento estimado de combustible: Millas/galón (ciudad, carretera, mixto) 20, 28, 23

Este es el corazón del "monstruo" más pequeño de la casa Pontiac.

DETALLES IMPORTANTES

- El Solstice fue presentado por primera vez como un concepto en el Salón de Detroit 2002, y esa idea se convirtió en un vehículo conceptual conducible en cuatro meses. Una corriente de apoyo dentro de General Motors ayudó a que el proyecto recibiera luz verde para su producción en 2004.
- Menos de dos años más tarde, el modelo de producción fue un éxito en la calle, un logro admirable considerando que la arquitectura del vehículo era inédita. Y ahora Pontiac pone en el mercado su versión más potente… el Solstice GXP.
- Del tratamiento de la apariencia interior, que resulta muy agradable, hacen parte acentos en placas de aluminio cepillado y los tapetes bordados del piso.
- Como aditamento de seguridad, cuenta con bolsas de aire frontales de dos etapas y como accesorio de placer, con una capota removible de lona que trae su parabrisas trasero de vidrio.
- En el apartado del entretenimiento, hay que mencionar el estéreo estándar con CD, radio AM/FM y seis bocinas, pero sin ignorar el sistema de audio compatible con MP3, con cambiador de CD para seis discos en el tablero, sistema de siete bocinas Monsoon Premium y radio satelital XM.
- Su interior es tan amplio que hasta los conductores altos pueden manejar con comodidad, algo de lo que no pueden jactarse otros roadsters. Su equipamiento estándar incluye: pomo de la palanca de cambios manuales revestida en cuero, volante con inclinación ajustable, tres portavasos, techo convertible de tela de fácil funcionamiento con luna trasera de vidrio y airbags delanteros dobles.
- También hay varios paquetes de opciones: de electricidad (incluye controles eléctricos en puertas, espejos y ventanas, junto con entrada sin llave), de comodidades (control de velocidad crucero, centro de información para el conductor y luces antiniebla) y de elegancia (asientos de cuero -ébano o acero/arena dos tonos-, volante revestido en cuero y controles de radio en el volante).
- Los frenos de disco en las cuatro ruedas del Solstice están compuestos de rotores delanteros ventilados de 11,7 pulgadas (297 mm) y rotores traseros de 10,9 pulgadas (277 mm), que trabajan juntos para lograr un frenado seguro. El ABS (con dosificación trasera dinámica) es opcional.
- El túnel que está en el centro del chasis, que alberga a la transmisión y al eje impulsor, tiene un refuerzo interno y está cerrado en su base para conferirle una mayor rigidez. Esta fortaleza incorporada reduce la flexión del chasis y la vibración del cubretablero en un vehículo que fue pensado, desde un principio, como un convertible.

COPA REPSOL KART MINI: Diego Morán ganó la cuarta carrera


Texto y fotos: RGN motor press

Impecable… Así fue la actuación de Diego Morán durante la cuarta carrera de la COPA REPSOL KART MINI, desarrollada el domingo 23 de septiembre, en el kartódromo “Dos Hemisferios” de la Mitad del Mundo, con la participación de 14 pilotos.
El imbabureño, que en las tres primeras carreras había demostrado sus intenciones de llegar a lo más alto del podio, fue el más rápido del grupo desde las pruebas de clasificación ya que obtuvo la “pole position”, con un registro de 56 segundos y 711 milésimas, y posteriormente ganó de manera inobjetable las dos mangas, de 12 vueltas cada, en un trazado mixto, que se caracterizó por tener zonas bastante trabadas y tramos donde la velocidad fue la constante.
Tras Morán, y luego de dar una durísima batalla a lo largo de todo el fin de semana, se ubicó Mauricio “Moroco” Andrade que si bien no pudo contra el imbabureño, en esta oportunidad le ganó el duelo a Francisco Riofrío, con quien compartía hasta esta prueba el liderato de la clasificación provisional del campeonato, al dejarlo en el tercer lugar del podio por delante de los sorprendentes Christian Paz y Juan Cherres, que completaron el grupo de los cinco mejores de la categoría.



Inobjetable victoria del imbabureño Diego Morán... el piloto de Barum buscó este resultado desde la primera carrera de Copa y a la cuarta fue la vencida.

A ellos se unió, como mejor piloto juvenil de la jornada, el adolescente Juan Andrés Viteri, protagonista de una interesante carrera, sobre todo en la primera manga cuando aprovechó los despistes de varios de los pilotos que estaban delante suyo para entrar a la meta en una meritoria quinta posición y con apenas 26 milésimas de segundo sobre el cuencano Cherres.
En esta carrera se lamentó la ausencia de Jaime Domínguez quien en las pruebas de clasificación del sábado 22 de septiembre, donde solo pudo registrar la décimo quinta mejor ubicación, acusó muchos dolores en sus costillas debido a una fractura sufrida durante la segunda carrera del torneo y se retiró. Otro piloto que no estuvo en la pista de la Mitad del Mundo fue Pedro Paladines, radicado actualmente en Bogotá, Colombia, y que no tuvo la posibilidad de llegar a Quito para intervenir en la cuarta fecha de la COPA REPSOL KART MINI.
Aunque se ubicó en la primera posición de la grilla en ambas mangas, Diego Morán partió mal y cayó al segundo lugar en los primeros 12 giros y al tercero en el “heat” final. Sin embargo, tuvo los arrestos necesarios para recuperar la punta de carrera en ambas oportunidades mientras aún giraban en la primera vuelta y desde allí labrar metro a metro una espectacular victoria que fue aplaudida por cerca de 1.000 personas que estuvieron en las tribunas y pits del kartódromo “Dos Hemisferios”.

Ricardo Suárez, Fernando Gavilánez, Juan Andrés Viteri y Pablo Herrera... un duelo que arrancó en las prácticas libres y siguió en las dos mangas de carrera.

El que sí tuvo que “sudar la gota gorda” para subir al tercer escalón del podio fue Francisco Riofrío. Partiendo desde la sexta casilla en la primera manga se enfrascó en duelos de gran intensidad… con Ricardo Suárez y luego con Christian Paz. Del primero salió bien librado pues tras un pequeño golpe entre ambos kart fue su rival el que sufrió un despiste y la consiguiente pérdida de ubicaciones. Y del segundo enfrentamiento solo obtuvo los aplausos del público ya que luego de alternar hasta en cinco ocasiones el tercer lugar de la manga debió “rendirse” ante la superioridad de Paz y conformarse con el cuarto casillero.
En la segunda manga Riofrío se acomodó pronto en el tercer lugar, siempre por detrás de Morán y Andrade, pero debió soportar los embates de un grupo de cinco pilotos que le pisaban los talones. Su cabeza fría se impuso finalmente al ímpetu de Patricio Sevilla, Juan Cherres, Christian Paz, Orlando Peña y Ricardo Suárez quienes fueron, por la intensidad del duelo que formaron, los mayores protagonistas del segundo parcial de la carrera.


La mala suerte estuvo junto a Sebastián Serrano y Orlando Peña, dos pilotos de punta que en esta oportunidad no pudieron brillar.

Y una vez más la mala suerte le acompañó en la pista a Sebastián Serrano. Tras un espectacular inicio, en el que remontó varias posiciones, se colocó muy cerca de los líderes y con un ritmo de carrera que le podía llevar a pelear por el triunfo de ese parcial. Pero fue víctima de su propio ímpetu cuando al intentar superar a Patricio Sevilla sufrió un trompo que le envió al penúltimo lugar de la clasificación. “Se me voló la teja… sabía que era más rápido y quise pasarlo como fuera”, reconoció Serrano al final del parcial.


Celebración final de Diego Morán (centro), Mauricio Andrade (izquierda) y Francisco Riofrío (derecha)... los tres pilotos más rápidos de la carrera.

Galo Bejarano, piloto que debutó en la COPA REPSOL KART MINI tuvo una auspiciosa presentación con un octavo lugar en la primera manga y décimo primer casillero en la segunda.


Mucha seriedad de Andrade y Morán en la rueda de prensa... parece que ambos querían mirar hacia atrás y no al frente, donde estaban los periodistas y sus compañeros.